Hombre de luz

Hombre de Lemuria, hombre de Luz

Cronos se pone a tus pies ante tu sabiduría,

convertido en más que un dios al aceptarte mortal.

Como Anteo, el gigante de la Antiguedad

que sólo regeneraba sus fuerzas al contacto con la tierra,

tu fuerza estabiliza el alma.

Profundo solsticio de invierno atraviesa el corazón

bajo la severidad de tu autoridad

y el sol renuncia a su brillo ante la eternidad de tu sonrisa,

tesoro escondido.

De infatigable resistencia tu obstinación,

coraza de impasibilidad, mi refugio.

Transitando el dédalo de las dificultades, conduces a la cordura

y permites que nos abrace la lucidez al asumir lo que somos.

Cortas el cordón umbilical que nos ata a las falsas apariencias,

disolviendo los espejismos con el despertar de conciencia.

Amante, padre, hermano, amigo

en ti el Amor UNO

El Dios de todos

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