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Arqueología de la psiché

A la Mujer

A la Mujer

 

 

Si eres una mujer fuerte

protégete de las alimañas que querrán

almorzar tu corazón.

Ellas usan todos los disfraces de los carnavales de la tierra:

se visten como culpas, como oportunidades, como precios que hay que pagar.

Te hurgan el alma; meten el barreno de sus miradas o sus llantos

hasta lo más profundo del magma de tu esencia

no para alumbrarse con tu fuego

sino para apagar la pasión

la erudición de tus fantasías.

 

Si eres una mujer fuerte

tienes que saber que el aire que te nutre

acarrea también parásitos, moscardones,

menudos insectos que buscarán alojarse en tu sangre

y nutrirse de cuanto es sólido y grande en ti.

 

No pierdas la compasión, pero témele a cuanto conduzca

a negarte la palabra, a esconder quién eres,

lo que te obligue a ablandarte

y te prometa un reino terrestre a cambio

de la sonrisa complaciente.

 

Si eres una mujer fuerte

prepárate para la batalla:

aprende a estar sola

a dormir en la más absoluta oscuridad sin miedo

a que nadie te tire sogas cuando ruja la tormenta

a nadar contra corriente.

 

Entrénate en los oficios de la reflexión y el intelecto

Lee, hazte el amor a ti misma, construye tu castillo

rodealo de fosos profundos

pero hazle anchas puertas y ventanas.

 

Es menester que cultives enormes amistades

que quienes te rodean y quieran sepan lo que eres

que te hagas un círculo de hogueras y enciendas en el centro de tu habitación

una estufa siempre ardiente donde se mantenga el hervor de tus sueños.

 

Si eres una mujer fuerte

protégete con palabras y árboles

e invoca la memoria de mujeres antiguas.

 

Haz de saber que eres un campo magnético

hacia el que viajarán aullando los clavos herrumbados

y el óxido mortal de todos los naufragios.

Ampara, pero ampárate primero

Guarda las distancias

Constrúyete. Cuidate

Atesora tu poder

Defiéndelo

Hazlo por ti

Te lo pido en nombre de todas nosotras.

 

Gioconda Belli

 

 

 

Esperando que un mundo sea desenterrado por el lenguaje; alguien canta el lugar en que se forma el silencio. Luego comprobará que no porque se muestre furioso, existe el mar ni tampoco el mundo. Por eso, cada palabra dice lo que dice y además más y otra cosa.

Alejandra Pizarnik - "El Infierno musical"

 

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