Anca Nitulescu

Es que las piedras tienen su personalidad, sus conocimientos, sus pensamientos. No son sólo piedras. Ahora son la ciudad, pero vienen de afuera y tienen el sonido del bosque y del río, el perfume, la respiración de la tierra. Todo está grabado. Después llegaron unos trabajadores y las piedras se enriquecieron con sus cuentos. Los hombres han construido la ciudad con estas piedras que ahora llevan por dentro las canciones, las palabras, dolores y alegrías, la mano del escultor, historias escuchadas al tiempo del almuerzo. Ya son catedrales y universidades, arcos, columnas, casas, patios, los muros de la ciudad; las piedras están llevando la historia de cada uno, la vida de tantos siglos, el canto y el llanto. Si tocas las piedras sentirás la vida que llevan adentro. Pasaste por estas calles, te apoyaste en estos muros. Sólo las piedras conocen tu lágrima escondida, escucharon tu risa; estabas leyendo, estabas soñando, tus pasos y tus miradas se quedaron aquí.
Estoy tocando las piedras y siento SABOR A TI.
Fuga
silencio hay
sólo silencio
para cosas escondidas
arrodilladas dentro
y no salen
no quieren salirse
quedan en lo oscuro
y lo iluminado del corazón
a veces… se quedan
en las mejillas
rosadas
y cambian el color de los ojos
y no hablan… nunca
sólo cambian los ojos
de verde a azul
como la mar
sólo olas
que no saben morir
en la playa
continuan viviendo
en la música de la arena
olas cayendo
a orillas
sin descanso…
“eternamente en fuga”…
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